Odontología en Martorell

Se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las caries, con el objetivo de recuperar las funciones masticatorias y estéticas perdidas.
El tratamiento consiste en limpiar todo el tejido afectado y recogerlo mediante materiales odontológicos (“empastes”) del mismo color que el diente.
La caries es un proceso que pasa por varias fases: comienza por la desmineralización del esmalte y progresa hasta que produce la destrucción parcial o total de la corona, llegando a la pulpa dentaria o al nervio dental, lo que requiere un tratamiento de conductos (endodoncia). No siempre se percibe a primera vista y, a menudo, no causa molestias ni dolor, por lo que es importante realizar revisiones periódicas y exploraciones con radiografías que nos permitan diagnosticar la caries de forma precoz y evitar las destrucciones mayores.

Se encarga del tratamiento y mantenimiento de la dentición infantil desde su erupción hasta su sustitución por la dentición adulta (normalmente a los 12-14 años). Es conveniente que los niños conozcan el entorno de una clínica dental para que no tengan miedo a esta situación.
Nuestro trabajo se centra en detectar problemas en el crecimiento y desarrollo de los maxilares para poder derivarlos a ortodoncia o ortopedia, reeducar en caso de malos hábitos, como la continuidad en el uso del chupete o la succión digital, llevar a cabo el tratamiento conservador de la caries dental y prevenir su desarrollo mediante selladores de fisuras. En cualquier caso, se ofrecen instrucciones de higiene para obtener una salud oral adecuada.
El pediatra odontológico trata al paciente infantil haciendo uso de las técnicas más avanzadas, tanto para llevar a cabo el tratamiento como para realizar un buen control de la conducta del paciente con ansiedad o problemas relacionados con la consulta.

El funcionamiento diario de los dientes hace que se estimule el hueso de alrededor y que éste tenga tendencia a mantenerse. Pero cuando se pierde alguna pieza dental, el hueso comienza a atrofiarse y, al mismo tiempo, desaparecer poco a poco.
Si sustituimos un diente con un implante, se restaura tanto la parte externa como la raíz. Por eso, cuanto más se quede, mejor es el pronóstico del caso y, por tanto, no es conveniente dejar pasar el tiempo sin colocar los implantes, ya que se puede agravar la situación.
La implantología consiste en la sustitución de los dientes y las muelas perdidas con implantes osteointegrados, pequeños tornillos de titanio que se colocan en el hueso del paciente con una intervención sencilla, rápida e indolora. Estos implantes son la raíz del diente sobre el que se puede fijar desde una sencilla corona (diente única) hasta una prótesis completa de toda la boca, para recuperar de forma fija y cómoda todas las funciones: masticación, fonación , estética, estabilización de muelas vecinas y antagonistas, conservación del hueso de la zona, etc.
Los implantes dentales son actualmente el método preferido para sustituir la pérdida de uno o varios dientes. Son tratamientos de una gran fiabilidad, muy estables y duraderos, con la gran ventaja de que sustituyen a los dientes perdidos mediante una raíz artificial sin tener que desgastar los dientes contiguos; por tanto, no afecta a los dientes remanentes.

Es la especialidad que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las patologías del nervio dental producidas por las caries, traumatismos, desgastes o con fines protéticos.
Una endodoncia consiste en la eliminación del tejido pulpar enfermo del interior del sistema de conductos del diente. Estos conductos se limpian, desinfectan y se ensanchan hasta el final de la raíz, y posteriormente se sellan de forma tridimensional con un material de relleno biocompatible.
Gracias a la introducción de materiales como el titanio y las nuevas tecnologías en máquinas rotatorias, podemos llevar a cabo tratamientos conducto de calidad, rápidos y sin molestias para el paciente.

Es la rama que trata las patologías que causan la destrucción del periodonto. El periodoncio es el conjunto de tejidos que sostiene los dientes y está formado por las encías, el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
La placa bacteriana se va calcificando y acaba convirtiéndose en sarro. Esto puede provocar una inflamación de las encías (gingivitis). Si esta enfermedad no se trata, las bacterias van afectando cada vez más a la encía, lo que implica un deterioro irreversible del hueso, que lleva a una disminución del soporte de los dientes, y que finalmente produce la pérdida de las piezas dentales .
El tratamiento consiste en la corrección de la técnica de higiene bucal para tener un control de la placa bacteriana y realizar un raspado y alisado de la raíz dental para eliminar el contenido de la bolsa periodontal (sarro subgingival). Nos ayudaremos de colutorios con clorhexidina o antibióticos, que eliminan el foco séptico que queda en las encías.
La periodontitis es una enfermedad con gran componente genético, aunque también puede estar causada por otros factores como el tabaco, el alcohol, la diabetes o el estrés. Generalmente, no causa dolor y no nos damos cuenta hasta que se encuentra en un estado avanzado.
Un diagnóstico precoz y tratamiento eficaz son esenciales para combatir una enfermedad crónica y degenerativa.

Cuando hablamos de estética dental hablamos de los tratamientos cuyo objetivo es corregir las imperfecciones que no nos gustan de nuestra sonrisa para conseguir el aspecto deseado.
En nuestra cultura, los patrones de estética dental están representados por una sonrisa con dientes blancos dentro de una composición armónica con los tejidos blandos. Sin embargo, cabe recordar que cualquier tratamiento con fines estéticos es muy personal, por lo que debe llevarse a cabo siempre desde un punto de vista subjetivo del paciente, para poder cumplir con sus expectativas y deseos.
Los procedimientos de estética dental exigen, a menudo, la planificación de diferentes disciplinas odontológicas, entre las que interactúan diversas especialidades, como la ortodoncia, la periodoncia, la operatoria dental, las prótesis y los blanqueamientos. En algunos casos, el procedimiento de estética dental sólo debe aplicarse en algún diente determinado que rompe la estética y el deterioro.

Es la parte de la odontología que se encarga de reponer los dientes (por ausencia, pérdida o imposibilidad de restauración) de forma fija o removible, mediante el restablecimiento de su forma, color y función.
Actualmente, contamos con materiales excelentes, totalmente garantizados, y laboratorios calificados para ofrecer diferentes soluciones protésicas después de un minucioso estudio del caso.
Dentro de las prótesis fijas, disponemos cada vez más de materiales cerámicos de mejor calidad, muy similares al diente, de modo que las prótesis se integran con una naturalidad, estética y función adecuadas, además de una buena oclusión.
Las prótesis fijas también sirven para mejorar aspectos de nuestros dientes que no nos gustan, como el color, la forma o la posición. Se utilizan facetas dentales o coronas de recubrimiento parcial o total.
Las prótesis removibles (de poner y quitar), se apoyan en los dientes sanos mediante unos ganchos, o en implantes que aportan estabilidad. Son más económicas, pero menos cómodas.
Las prótesis sobre implantes aportan naturalidad, comodidad y ayudan a estabilizar los dientes vecinos y antagonistas, y devuelven la función masticatoria perdida.